martes, 25 de septiembre de 2007
Casa de Niño
Por una senda de rural fragancia
que serpentea en mis turbias pupilas
retorno, por fin, ala casa de infante
en cuyos pisos nació mi alma de poeta.
Sus ventanas ya no son las mismas
irrumpen a través de ella recuerdos añejos
de inmensas estancias y hermosas campiñas.
Con andar silencioso y reverente
deambulo por la casa solitaria
es la misma por donde tantas veces
la felicidad y la tristeza ah paseado.
Mas , debo irme de nuevo, dejando
la casa sola, ya sin pasos, ya sin ecos
y que parece darme su adiós postrero
con apenados ojos de ventanas vacías
hilvanando recuerdos intactos de aquellos días.
A mí que me voy a morir en otra parte
dejándola abandonada de calor humano
con el frio que penetra en sus paredes desoladas
mordidas por la lluvia y los vientos.
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